jueves, 12 de abril de 2012

¿Es un orgullo nacional tener como grito: ¡¡El viva México, hijos de la chingada!!?


Es propio que el “Viva México, hijos de la Chingada” sea un grito patriótico, que afirma a México como una patria orgullosa de su historia, a mi parecer creo que sí, debería ser un orgullo nacional, porque como la comparación que se realiza con el  concepto mexicano: “hijo de la Chingada”,  significa  que, es el engendro de la violación, de algo no deseado, del rapto o de la burla. Pienso que es algo que ellos (mexicanos) no lo  esperaban; Si se compara esta expresión con la española, “hijo de la chingada o de la puta”, se advierte inmediatamente la diferencia, para el español la deshonra consiste en ser hijo de una mujer que voluntariamente se entrega, una prostituta, es decir, esperar que lo pasen a llevar o que abusen de ellos, para el mexicano, en cambio,   es una violación y un abuso, en este casos  lo más que se recalcaría es  la fuerza que se tiene para superar tal acto involuntario, de estos grupos de poder. Tal como le sucedió al pueblo mexicano, por lo cual si es un orgullo.

Esa herida de la que se habla y que sigue existiendo en el pueblo mexicano, hasta el día de hoy, nos sirva para darnos cuenta como era la vida de  los mexicanos en esos tiempo, ya que, este tipo de abuso se ve en diferentes escalas, es bueno conocer que el mexicano como muchos otros pueblos aprehende el concepto chingada, y fueron capaces de organizarse para superar ese “terror” que  obedece al mismo principio, principio que estuvo presente alguna vez en nuestro país (Chile), y en Latinoamérica,  lo que resalto y pretendo demostrar es como los pueblos son capaces de  erradicar estas “chingadas”, siendo necesario para evitar estos hechos, la educación, ya que, se puede crear conciencia y no ser un siervo al servicio del capitalismo,  como lo que les paso a los mexicanos, en ese tiempo fueron convertidos en materia plástica, la cual se funde al esculpirlas, se esculpe y se trabajaba a la conveniencia de los más fuertes y poderosos, nosotros somos los únicos que podemos superar y enfrentar estas desigualdades.

 Como una patria, que se deja  pisotear, violar o ser burlada por éstas  fuerzas,  más tarde esos grupos se organizan y se convierten en más que una abstracción, o sea una idea, se deben convertir en un poder concreto, que sea capaz de no aceptar tal abusos,  y ahí  aparece una verdadera patria, o sea las personas con conciencia que pueden decir no a este tipo de injusticias, como dice Octavio Paz:  “nuestro grito es una expresión de la voluntad mexicana de vivir cerrados al exterior, sí, pero sobre todo, cerrados frente al pasado…. El mexicano no quiere ser ni indio, ni español. Tampoco quiere descender de ellos. Los niega…”, claro, por la forma que fueron tratados, además  nosotros no podemos permitir que este tipo de actos vuelvan a ocurrir y que  la Independencia o libertad tan esperada por los mexicanos sirva de ejemplo y espejo para todas esas injusticia que existen en distintas escalas y en todas partes del mundo, pero lo más importante  es poder sentirse orgulloso de superar estos abusos. Como se debería sentir el pueblo mexicano.

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