"Violeta lo hace todo magistralmente", era uno de los comentarios de esa época, en Francia. En 1964 se convierte en la primera artista latinoamericana que expone individualmente en el Museo del Louvre: “esto me parece un sueño, así lo recoció la artista chilena el día antes de la exposición, en el museo de artes decorativo, Francia. Jamás pensé que mis tapicerías, arpilleras, esculturas y pinturas iban a gozar de tal lugar para presentarse en París”, sorprendida por el espacio ganado en dicho país, donde esta lo mejor de lo mejor, según muchos crítico. Un año antes en 1963, le cuenta en forma muy cordial a un amigo: “trabajos, arpilleras y pinturas impresionan bien a los franceses. La crítica sobre mi pintura ha sido conmigo de alta gentileza. Cada artículo es para darme un galardón más” esta es otra muestra de que Violeta fue reconocida y valorada más en el extranjero que en nuestro propio país, es claro distinguir la felicidad de Violeta por todos estos comentarios que realizaban hacia su persona y trabajo, saber que existen destinatarios que puedan estimar su arte y que sepan lo que vale. en cambio en Chile cada vez que Violeta exponía en ferias o individualmente, existía un grado de envidia o celo hacia ella, incluso en un único artículo de la época se refieren al ruido que provocaba Violeta en sus exposiciones, y los problemas que causaba hacia los demás expositores, en insólito que se preocupen más de temas domésticos, que temas artísticos.
Entonces se crea una artista universal, que supo ganarse un lugar donde los grandes expertos finalizaban su carrera, en Francia, fue admirable la mirada de ellos hacia Violeta, muy diferente a la mirada que tuvimos los chilenos con Violeta en vida, quizás el hecho de no aceptamos como ellas nos representaba, negros cercano al indigenismo, además los periodista nacionales de la época no comprendían su arte, eran profesionales pertenecientes a la burguesía, estrato social que Violeta tuvo la posibilidad de conocer y que escapo rápidamente, puesto que no estaba a gusto en la clase alta de nuestro país, donde pretendían aparentar y no aceptar nuestra verdadera historia, aspectos totalmente contrario a la tesis de nuestra virtuosa Violeta. Me queda la sensación de que se fue con la idea de que sus compatriotas no la comprendimos en su momento y no supimos valorarla como se lo merece alguien de su estirpe, lamentablemente Chile, tiempo más tarde entendió su verdadera importancia, deuda pendiente con una mujer luchadora y que logro cosas que muy pocos han logrado en nuestro territorio. Ella es la encarnación de la creatividad del pueblo chileno expresada en su obra visual, que apaleaba a la fuerza del colorido y audacia del cuerpo cromático, si hubiese pasado por una escuela de bellas artes lo hubiese perdido todo y quizás esta columna no existiría.
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